sábado, 1 de abril de 2017

"HIJA DEL CÁUCASO, un viaje hacia el dolor armenio" - Prólogo - Agradecimientos y Menciones

-“Hija del Cáucaso, un viaje hacia el dolor armenio”, 
Editorial André Materón, 2013.




Prólogo

La historia del genocidio armenio puede explicarse de diferentes maneras, pero yo prefiero esta vez comenzar por una síntesis que sus nefastas consecuencias han tenido para la humanidad. Es el intento brutal de ocultarle al mundo la muerte de 1.500.000 personas.
Es el intento de parte del estado turco de exterminar a un pueblo entero con los métodos más perversos y sanguinarios y que pase inadvertido para el mundo. Es en intento de robo a una nación más grande de toda la historia, ya que con la muerte de los habitantes venía el consecuente reparto de sus bienes, el cambio de nombres armenios por otros turcos, el falseamiento de la historia, y una gigantesca operación mediática para hacer entender a los propios y ajenos, que eso nunca había sucedido.
El negacionismo turco consiste precisamente en eso, negar los hechos, negar la sola existencia del término ”Genocidio Armenio”, el cual además está penado por el artículo 301 del código penal con penas de entre seis meses y tres años para quienes hagan mención de esto.
Mientras tanto, la comunidad armenia seguirá en pie de lucha en el mundo entero sin bajar los brazos. Ellos le ofrecen al mundo entero su dignidad, la de hacer justicia no sólo por sus abuelos, sino para evitar genocidios futuros. Yo seguiré ofreciendo mi verguenza, la de pertenecer al 99,9 % de la población del mundo no armenia, mundo que hace casi un siglo dejó sola a una nación culturalmente única para ser masacrada por el estado turco sin ningún miramento ni distinción entre la población civil, porque precisamente todos los armenios debían ser exterminados. Había que asegurarse que no haya más descendencia masculina asesinando incluso a bebés recién nacidos en sus propias cunas.
El mundo, precisamente este mundo que suele comprender las cosas mal y tarde, es el que también está en deuda con todos los armenios. Resulta indignante ver lo poco que se habla del tema y lo poco que se lo tiene en consideración desde todo punto de vista.
Mientras tanto, la comunidad armenia seguirá en pie de lucha, honrando a sus abuelos y a su cultura milenaria, mucho más antigua que cualquier nación occidental. Ellos ofrecerán dignidad, yo, seguiré ofreciendo mi vergüenza.
Si el genocidio armenio no es condenado, será verdaderamente el peor ejemplo que podemos darle a todos, porque si eso sucede, significa que cualquiera puede levantarse un día y exterminar a cualquier minoría y que eso quede impune y que además, sirva de ejemplo a otros genocidas, como sucedió con Adolf Hitler, quien justamente se basó en las enormes deportaciones que los turcos hicieron con los armenios para repetirlo con los judíos y eslavos entre otras minorías durante la segunda guerra mundial.
El no reconocimiento de este crimen contra la humanidad nos expone a todos, armenios y no armenios, nos vuelve más frágiles, inseguros. Si se pudo exterminar a 1.500.000 personas en pleno siglo XX, ¿Quién puede realmente asegurar que a ninguno de nosotros no nos va a pasar?

“Tu voz, que se hizo diáspora”…



Agradecimientos y menciones

Este libro está dedicado a un gran número de gente. Si se me permite el atrevimiento, quisiera y sinceramente desearía que tenga la dedicatoria más amplia que un libro pueda tener.
Este libro, en primer lugar, está dedicado a las víctimas, a ese millón y medio de armenios masacrados en forma infame por el estado turco.
Pero se lo dedico también, a los victimarios.
Y a los que lo niegan, o dicen que nunca ocurrió, que es una exageración, que los hechos no fueron asi, etc.
Se lo dedico a los habitantes de la actual República de Armenia, poseedores de un extraordinario y lamentablemente desconocido patrimonio cultural, y a los valientes habitantes de Nagorno Karapagh, que viven resistiendo las afrontas victimarias para asegurar la armenidad en esa tierra con sus propias vidas.
Se lo dedico a la comunidad armenia en Argentina en su conjunto, ya que son para mí un extraordinario ejemplo de lucha y perseverancia ya que mantienen viva, contra todo y contra todos, la llama de la verdad por el reconocimiento del genocidio del que fueran víctimas sus propios abuelos y familiares, frente a la llama de la indiferencia que devuelve el mundo al desinteresarse en este crimen de lesa humanidad.
Se lo dedico a la diáspora armenia en el mundo entero, semillas forzadas que fueron arrancadas de sus tierras ancestrales de la peor forma posible, y que hoy son Armenia estén donde estén y vayan donde vayan.
Se lo dedico a todos los armenios.
A todos los turcos.
A todos los habitantes del mundo más allá de su origen, a todos los que sufrieron un genocidio, a los que miraron hacia otro lado, a los que denunciaron, a los que callaron, a los que leerán este libro, a los que no.
A todos los que tengan la dignidad suficiente para sumarse a la lucha por la causa armenia y por el fin de cualquier actividad genocida en todo el mundo.

“Descansen en paz hermanos. El veredicto de la historia jamás faltará a la cita”


Gustavo Fernando Sterczek